ATENCION COLOMBIA

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Atención Colombia

Desde niños los colombianos conocemos el viejo dicho que reza “un bobo careado mata a la mama”, el cual significa que bajo los efectos de las arengas, los tontos, mentecatos, suelen ser inducidos a cometer cualquier bestialidad, hasta matar y hacerse matar, por causas aparentemente válidas, puestas a relucir en determinados momentos por ciertos “lideres”, interesados en distraer la atención de personas, grupos o naciones enteras, pretendiendo, y a veces logrando, que grandes sectores populares olviden temporalmente sus propios intereses más inmediatos, para ocuparse de asuntos que, si bien pueden ser de interés general, no son la problemática rutinaria del ciudadano de a pie.

Para nadie es un secreto, y menos para los gobernantes, que en la conciencia de la mayoría de las personas subyace el llamado sentimiento patriótico y/o el nacionalismo.

También sabemos todos que desde el seno de la familia, en la escuela y demás instituciones propias de cada estado, se siembran tales sentimientos en los niños y jóvenes, hasta el extremo de “enseñarnos” que por el honor y la grandeza de la patria, cualquier sacrificio es pequeño, y hasta la propia vida debe sacrificarse por ella. Tal exageración de la “valoración” o “amor” por lo nacional, por “lo nuestro”, es conocido con el nombre de nacional chovinismo, el cual, dicho de otra manera, consiste en la subvaloración que de los gobernados hacen los gobernantes al considerar a la población como una caterva de imbéciles no pensantes, a quienes es fácil apartar de sus verdaderos intereses, para ponerlos a pensar y actuar en función de los intereses de la clase dirigente y explotadora.

Para citar un solo caso de esta sucia treta empleada por gobiernos impopulares en la historia reciente, recordemos como la corrupta y criminal dictadura militar argentina, exacerbando el “sentimiento patriótico nacionalista” de la nación argentina, condujo al pueblo, y a lo más valioso de él, su juventud, a un enfrentamiento bélico, cuyos resultados eran claramente previsibles: el sacrificio inútil de unos muchachos que quizás ni sabían porque iban a “la guerra de las Malvinas”, promovida por los militares fascistas, en procura de ganar popularidad y hacerle “olvidar” a la población la violación de sus derechos por parte de la dictadura.

Hoy día, cuando Colombia se debate en la crítica situación por todos conocida: violencia, inseguridad, desempleo, pobreza absoluta en inmensas masas de la población, conflictos armados, paros en todos los sectores productivos y estatales, y todo esto ante la indiferencia de la clase gobernante, la rama legislativa y los fosilizados partidos políticos, dedicados ahora a culpar de todas las tragedias de Colombia al presidente de turno, como si todos ellos no fueran los artífices históricos de los grandes descalabros de que han hecho victima al pueblo, para beneficio del reducido grupo de oligarcas gobernantes, cuyas acciones de gobierno solo benefician a su clase cada vez más enriquecida, a costa de la miseria de las masas populares.

Nunca antes el pueblo colombiano se había manifestado en defensa de sus intereses como lo viene haciendo últimamente, lo que ha colocado al gobierno del presidente santos en los más bajos niveles de popularidad y le resta mucho a sus pretensiones reeleccionistas.

Entonces el señor santos saca la carta que le queda en la manga: el asunto de san Andrés y providencia en conflicto con Nicaragua, y aparece en la tv como el más ferviente patriota, (patriotero) colombiano dispuesto a dar hasta su propia vida en defensa del territorio patrio y casi a invitarnos a matarnos con los nicaragüenses en defensa de las aguas y cayos sobre los cuales concedió soberanía la corte internacional de la haya, a Nicaragua

Y que se creerá el señor santos? Que el pueblo colombiano, enlutado y sangrante por la tanta violencia que ha padecido, a parte de la guerra interna que ya soportamos, le vamos a comer el cuento de irnos a otra guerra externa?

No señor santos, no más violencia, no más guerra, ni dentro ni fuera.

Ya estamos bien creciditos para entender que nuestros intereses no son, en lo inmediato, la solución del tema de san Andrés. Lo que nos interesa, por lo que luchamos y lucharemos es por la consecución de los objetivos planteados por todos los sectores y gremios desde siempre, porque si bien el paro nacional agrario, mostro al mundo entero la verdadera dimensión de los conflictos colombianos, estos no son de ahora, ni es la primera vez que el pueblo sale a reclamar soluciones. Siempre han estado allí y es hora de encontrarles solución.

Así señor presidente que guarde su cuento nacional chovinista, porque no se lo creemos, dese cuenta de una buena vez que ni ese ni ningún otro cuento nos distraerá de nuestros objetivos como pueblo en busca de soluciones a los graves problemas que padecemos, de los cuales todos los gobiernos colombianos, incluido el suyo, son los causantes, y por ende deben ser la solución, y no con desconocimiento de la realidad, y no con represión, porque los problemas de los pueblos no se resuelven con violencia. Se resuelven promoviendo y garantizando vida digna y decente a todos los asociados, no a una minoría privilegiada

fernandocardonakaro.