De la vida apoyado en mi bastón,
caminando sin dirección ninguna,
observo como pasan una a una
las vivencias de mi viejo corazón.
Mientras tanto tarareo una canción
que aprendí de mi madre allá en la cuna,
lanzo notas y clamo a la fortuna
al ritmo que me marca el diapasón.
¡Cómo recuerdo en mi vida la razón
del pueblito, mi escuela, mis maestros!
mis juegos a la pelota en el frontón,
en fin, todos los sueños eran nuestros.
¿Por qué aquella inocencia se murió?
¿Por qué dimos plantón a la alegría?
¿Quién suplantó en nuestra mente la ilusión?
¿Con qué señuelo ahogaron nuestras vidas?
Hoy lamentos no son la solución.
De nada sirve ya decir lo siento.
Pienso en mi madre y reanudo su canción
observando como trascurre el tiempo.
©donaciano bueno
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de septiembre de 2013 a las 04:18
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 125
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
BELLEZA EN LAS PALABRAS, NOSTALGIA EN EL MENSAJE, ME ENCANTA, FELICIDADES
Tus letras poeticas llenan la pasión por la poesía amigo Donaciano Bueno
Saludos y amistad
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