El ciego que no quería ver

No me interesa.

Pero ¿Por qué no me ha de interesar?

¿Me va interesar si me siento libre? No.

¿Me va interesar si hago lo que quiero? No.

Entonces, ¿Me va a interesar interesarme? No.

Estoy bien como estoy,

Mientras nadie me moleste y tenga mis propias reglas.

¡No, gracias! No me interesa señor sabelotodo.

¿Por qué insistes? Eres ridículo.

No te entiendo y no quiero entenderte.

¿Realmente no te quiero entender?

¿Entenderte a tí? Pero si eres un pobre loco.  

¿Quién te crees? No me vengas a hablar estupideces.  

¡Soy lo suficientemente grande como para que alguien me quiera controlar!

No necesito nada, Tengo todo lo que quiero.

Y si es verdad lo que me dices

¿Por qué no veo nada?

Miro alrededor y no veo nada

Miro arriba y no veo nada

Te miro  a tí y no veo nada

Me miro y no veo nada

Y si no veo nada ¿Por qué te voy a creer?

¿Qué? ¿Que estás diciendo?

¿Que no quiero ver porque no quiero ver?

Ahhh… no me digas. Me quieres engañar.

Ándate y no vuelvas. Te desprecio.

¿Por qúe lloras? Te dije que te fueras.

No me vengas a persuadir.

¡Si quieres dinero diles que hagan llover oro! ¡Ja, ja, y ja!

No soy un imbécil como tú.

A mí no me vienes a robar.

Ándate y déjame en paz.

¿Qué? ¿Que no me siga tapando los ojos?

Pero si lo veo todo.

¡Y no me interesa, ya te dije!

¡No me interesa!

¡No me interesa!

¡No me interesa!

Pero ¿Por qué no me ha de interesar?

Si me cuestiono es porque me interesa.

Por lo tanto me interesa.

No entiendo, no lo entiendo y no me entiendo.

Estoy confundido. ¡Enséñame a creer lo que no creo!

¡Demuéstramelo con hechos!¡Te lo ordeno!.

¿Qué? ¿Qué dices?, ¿Que todavía no he aprendido?

¡No puede ser!, entonces ¡estoy ciego!

Y en ese momento comencé a ver.