Al final de la tarde, en el balcón, miré entre edificios el horizonte. Cosa bella y pensé” Dios hoy está pintando”.
Lo he quedado mirando y tuve la certeza que en realidad hay algo que transciende nuestra comprensión. Solo un Ser fuera de común. Podía embelesar el cielo, así. Cogí la máquina y quité una foto.
En aquel momento he dado gracias, por vivir, por poder mirar, por ser bendecida por tanta belleza.
Con mi corazón le he dado gracias, pedir que me perdonara tanta queja de lo que me lastima. No tengo derecho de hacerlo.
Transciende mi ser, el mal que cosas pequeñas tanto me lastiman, otras grandes no.
Soy rara, lo sé. Distinta, algo tengo, pues pienso en cosas que pasan desapercibidas a casi todos. Un catedrático me dijo una vez que tenía la sensibilidad a flor de la piel, que nada podía hacer, pero que sentía la tormenta a quinientos kilómetros. Tenía que aceptarlo, pues era de nacimiento y que nunca iba a cambiar.
Cada día que pasa, lo siento, ¡en tantas cosas! Callada, ando haciendo mis cosas, pensando cómo me duele el despertar sola. Quedar sin nadie durante el día. Vivir por vivir, aceptar un beso, sin emoción. No desear nada físico. Resfriada, por dentro, sin desconfianza, no creo en que puedo sembrar amor en alguien. Realista, más que la realidad. Lo que ha quedado para tras, ya fue, No vuelve nunca más. Una canción desafinada es decir que se puede amar por lo que somos interiormente. Retórica, ilusión, tabla de salvación para no ahogarnos en un mar oscuro sin fondo. No necesito espejo, no miro mi reflejo en los escaparates con grandes cristales, No, poco oh nada ya puedo esperar. Poco oh nada ya puedo desear. Poco oh nada vendrá a no ser un poner del sol cenizo. De todos modos, agradezco la compañía que de lugares que no conozco lejos sin nunca poder conocerlos me dan.
También los momentos que me regalaran, tan dulces y eternos.
Quizá esté así porque ayer vi una gatita blanca como la mía que ha muerto por vejez y que fue una de las cosas más bellas que he tenido. Montón de pelo como terciopelo, solo ternura, dulce como nunca vi en un ser humano. Mi compañera, de diecisiete años, la mayor y mejor amiga que he tenido. Me haces falta Ninon, te echo de menos, siempre que te recuerdo lloro. Otra quería, cambiaba mucho de lo que tengo por una cosita igual a ti mi compañera. Fuiste el ser que más me ha querido sin pedir nada a no ser mis caricias que con cariño te daba.
Quizá al correr del día mejore esta tristeza que me calla y me da un nudo en la garganta.
Porto, 21 de Setiembre de 2013
Carminha Nieves
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- Autor: secreet50 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de septiembre de 2013 a las 10:30
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 170
Comentarios1
Carmiña, a mi esta tristeza me la traen los días de lluvia. Evocación, saudade, diría mi abuela brasileña. Cosas que perdimos, las que nunca tuvimos, las que dejamos pasar sin haberlas apreciado, ¡cuántas cosas!
Te abrazo desde tan lejos.
Eva, un poco iguales somos. unos mas duros, otros mas blandos.
La vida es dura, solo dura, popr mucho oro y poder que se tenga.
Un abrazo para ti,con amistad
Carminha Nieves
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