Llenamos un cuenco con despojos
Con las miserias del placer buscamos
Hondonadas del camino vulgar y conocido
Nuestros cuerpos fueron de a ratos
Uno solo, una parte de piel imperfecta
Casi rociada por las necesidades
Las de nuestras vidas, de nuestros ánimos
Hoy duermes otros lugares, haces otras veces
No sos de aquí, no estás, no te mereces
Andarás buscándote, casi sin arrepentirte
No importa, tu llanto no es justo, es solo llanto
Te dejaré en tus manos la inutilidad más perfecta
La de mi amor prestado, la de las manos sin voces
Tendrás lo que nunca tuviste, se fueron las verdades
Tengo cansadas las ausencias
Precarias las fuerzas de ilusiones,
Este día último de final esperado, te dejaré
Tantas cosas que no podrás olvidarlo
Pasearás por los caminos de tus seguridades, si ellas
Las negaras, las harás sombras y son estrellas
No quiero morir mi propia muerte, no es sencillo
Es una parte de mí la esperanza, no tengo tiempo
Sabías mi soledad y la mataste, fue un relámpago
Con los brazos tan cansados, dije ahora
Nos faltaremos, no lo niego, pero es el amor
La continuidad de la vida, no los gestos, no las manos
Habitamos por eso en este lugar, para hacer una prorroga
De la vida, del amor, aunque no estemos
El agua continúa corriendo y a veces nos lleva
No estamos resignados, no importa la orilla
Aparecerá la canción entre mis labios
Será el día exacto, entre tanta gente
Con ruidos impasibles de rotas veces
Atravesando mi cuerpo, mis dolores, mis recuerdos
Será hora nueva, seré entonces nuevamente
- Autor: horaciojose ( Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2013 a las 20:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: mariarl
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