Tengo
el latido acompasado de las horas del tiempo
las fauses de ayeres silenciadas por mis ahoras
los pretéritos silentes ahogados por el presente
las tertulias de las dudas acalladas por certezas.
Poseo
de los océanos del mundo el remanso y bravura
de las fuerzas del viento el dedo que todo arrasa
de las llamas que arden el elemento comburente
de la tierra que pare, la esperanza que reverdece
Retengo
en mi boca cerrada las verdades de mis adentros
para susurrarlas despacio en el oído del deseo,
en mi mano empuñada las llaves de mi destino
para abrir la puerta cuando retorne del camino.
Guardo
silencios absolutos en la caja negra del olvido
destierros prematuros en un rincón del mañana
desgarros feroces en navajas envainadas
torturas flagrantes en polvo de estrellas fenecidas.
Sostengo
que amo la vida que al florecer me consciente
que sueño de día y reclamo otra noche
para poder encapsular la dimensión de un suspiro
en el titilar venturoso que desprende tu mirada.
Tengo soterrado todo ayer que descarna.
Poseo la esperanza que anida en el amor que llega.
Guardo los pasos que habrán de pisar mi mañana.
Sostengo que amo la vida, porque sonrío en tus labios.
Por: David Caceres
Managua, Nicaragua.
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Comentarios5
Belleza de poema David, un deleite leerlo.
Saluditos 🙂
Siempre brota la genialidad en tus versos amigo David Enrique Gómez Cáceres
Saludos y amistad de Críspulo
Lindo poema... un placer leerlo.
Abrazos cariñosos.
¡Qué belleza de poema amigo! Tu lenguaje literario me encanta, es muy enriquecido, te felicito y admiro amigo, un abrazo inmenso...
Simplemente maravilloso.
Saludos
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