Ayer mate a mi hermano,
Con la espada más enorme,
Entre una palabra deforme,
Con significado inhumano.
Lo mate mirándole los ojos,
Con la saliva temblando,
Sus ojos llorando,
Vomitando mis enojos.
Anteayer asesine a mi mujer
Con el más potente revolver,
Se la puse en su sien,
En la espera de sentirme bien.
Le di de palabras balazos,
Directo a su hipotálamo,
Queriendo ahogarla entre mis brazos,
Me rendí y le dije que le amo.
Hoy frente a mi esta mi madre,
Haciendo collares de palabras,
Mi boca atiborrada de ideas bravas.
¡huye de mi¡
antes que saque mi lengua espada.
- Autor: ROSARIO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2009 a las 18:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 820
Comentarios3
Las palabras pueden ser más destructivas que las armas. La palabra es un don, Lennin. Se puede hacer mucho mal o mucho bien con ellas. Como tu dices, la "lengua espada" cuando se desenvaina, mata.
Un abrazo.
Wow! Me encanta, ahora tienes una fan de tus palabras!
Tiene razon el amigo Franklin en cuanto a las palabras.
Este poema es una manera de reflexionar antes de hablar.
Saludos
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