Amor, no vengas si -ven- te digo,
no vengas, que si te llamo
no serás bien correspondido.
Llega cuando tú quieras
a darme tu abrigo,
no importa si quema el calor
si ya he aprendido a sudar con el frío.
Pero no vengas, no vengas,
si -ven- te digo
aunque me encabrone
y pataleé, y reproche,
y haga pucheros,
y deje quejas de ti
en cada oído.
Llega sin avisarme,
dame un empujón por la espalda
y hazme saltar al vacío
cuando pisar la tierra firme
sea algo que haga hasta dormido.
Amor, tú sabes de lo que hablo,
y sabes, aún más, de lo que no digo;
no hay diferencia entre la pobreza
del que da la moneda
y la del que se dice mendigo.
Yo no quiero tu caridad
aunque a veces la pido,
tú no quieres dármela
aunque a veces la consigo.
Dame lo que quieras darme
sin obligaciones ni horarios
ni plazos vencidos.
O no me des nada, si eso quieres,
que por falta de amor nadie se muere,
o, al menos, eso me han dicho.
JCEM
- Autor: a77aque.jr (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de septiembre de 2013 a las 05:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 95
- Usuarios favoritos de este poema: esthelarez, El Hombre de la Rosa, Elo
Comentarios3
Bellas son las letras de tu bello poema estimado amigo
Saludos de amistad de Críspulo
Una buena aplicación
de las herramientas poéticas
plasmando la realidad humana
donde nuestro ego campea
Un fraterno abrazo
Correspondo a ese abrazo que me dejas, amigo Enrique.
Buen poema, y con mucho sentimiento y sinceridad, saludos.
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