Por Amparo, razón de mi vivir
añoro a la ya marchita quimera,
al campo que no tiene primavera
la hipsípila que veo sin vestir.
Siento, desde el abismo de mi grito
que desgarrador sobre tu hora ausente,
marcó duelo la huella humana insolente
como escena dantesca que vomito.
Detrás de toda mi amarga evidencia
vemos el lento caer de una lágrima
severo testimonio de indulgencia.
Detrás del leve sueño que lastima,
el prejuicio, que impulsa al corazón
a llorar como nube golondrina.
Rafael Mérida Cruz-Lascano
- Autor: Rafael Mérida Cruz-Lascano (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de diciembre de 2009 a las 12:18
- Categoría: Amor
- Lecturas: 81
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