Cuando duermes ya no roncas
como lo hacias cuando aún creiamos
te convertistes en una sigilosa
mujer de carne fria y alma inherte.
Cuando duermes ya no lo haces con ojos abiertos
ni se te pierde la mirada curiosa
tu sangre se quedo como un auto viejo
tus pulmones son como bolsas con pan añejo
y esos labios que conoci unas veces
cuando de pronto jugabamos a ser
lo que realmente queriamos ser
que dios se apiade de ti
pero regalame a sus discipulos
que yo no quiero ser el heroe
que no quiero ser un ángel de la guarda
que no pretendo ser mas que un simple sastre
que con ilusión tejio tu traje
traje que jamas alcanzaste a usar...mi vida
- Autor: primitivo ( Offline)
- Publicado: 29 de septiembre de 2013 a las 23:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, 40
Comentarios1
Gratificante ha sido la lectura de tu poema preciado poeta y amigo Primitivo
Un saludo español de Críspulo
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