Lastimé, herí, dañé,
pedí perdón, casi de rodillas
pero no me escuchó,
ha desoído mis ruegos y se fue.
a solas en mi cuarto, sufrí, lloré...
sentí que no podía vivir sin ella.
Ese desoír fue la excusa
para correr a otros brazos desconocidos?
o a los de quien ya la esperaba, quizás.
Sufrí aún más al verla con él
tantas veces, tantos amaneceres,
tantas tardes, tantas noches...
El tiempo ha pasado, y hoy,
mirando atrás, es sólo un recuerdo,
ya no sufro, ya no lloro.
Viví con ella los mejores años
y no tan buenos también
pero de ese amor,
la vida me dio lo más preciado
lo que da sentido a mi vida, mis hijas.
Eso le debo a Dios,
que me ha dado la posibilidad de ser padre
y a ella, porque me amó, o me ama tal vez
y por lo que me dio mientras estuvimos juntos.
Hoy, ya no sufro, ya no lloro.
Puedo vivir sin ella.
- Autor: Rubens (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de octubre de 2013 a las 09:28
- Comentario del autor sobre el poema: Sólo expresé en estos versos que nadie muere de amor por otra persona. Se puede sufrir por amor, llorar, quitar el sueño, pero el tiempo, la ley del universo se encarga de ir cerrando heridas. Nada pasa porque sí, siempre es por algo, y soy optimista al decir, que lo que sigue, siempre será mejor.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 80
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Elmer Godoy
Comentarios1
Grata la lectura de tu poema amigo Rubens
Saludos de amistad de Críspulo
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