Locura que apaga a vivos que han muerto
cordura inherente, garra única de la existencia,
tétrica insolencia, ensueño de instantes
gloria que se mece en la mano del momento.
Es pasado y recuerdo, sangre de un mismo cuerpo,
dolor y placer luchando por ocupar una mente,
precaución misma de los días que acontecen,
parte que muere, como muere la vida misma.
luna y sol para eternos ojos,
hállase en el reír, se esparce en el suspiro,
se contiene en el llorar su particula de alegría.
Quiza sea colgajo del tiempo,
memoria que roba al corazón su juicio;
que de eterno nombre y título ostenta: realidad.
- Autor: Jesús Anibal (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de octubre de 2013 a las 12:17
- Comentario del autor sobre el poema: Sin importar la clase social a la que pertenecemos, esta parte de la vida misma, ha de ser nuestra locura cotidiana, o la clave para adentrarnos en aquello que nos hace feliz.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 70
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Hermosa la lectura de tu poema amigo Jesús
Saludos de amistad de Críspulo
Gracias, por sus palabras. Es un placer saludarle.
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