Yo no te deseo la muerte, no.
Al nacer supe ya que morirías...
Más sin embargo, te deceo vida,
Mucha vida, ó larga vida
Vida suficiente,
Para que me sepas existente,
Y cuando mires tus manos extrañes las mías,
Para que cuando tus ojos miren,
Me busques en la multitud,
Y mientras Eros se apodere tu sexo,...
Desees irasciblemente mi carne.
Y por la calle, cuando sólo veas tu sombra
Sientas la ausencia flagelante de la mía.
He pues, que sé, que llegará el día
En que cara a cara estaremos,...
Y sabré que tu vida ha sido una agonía.
Te deseo vida, mucha vida!
- Autor: Capitu (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de octubre de 2013 a las 15:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Grata y hermosa la lectura de tu poema amigo Capitu
Saludos de amistad de Críspulo
Muchas gracias, aprecio mucho sus comentarios. Un abrazo afectuoso.
Cómo puede haber tanta belleza en la crueldad y la crudeza de un verso, estructurado desde el amor infinito...Felicitaciones...!!!
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