El pueblo de Maracondo

  Caminar, defecar, comer y dormir eran mis dotes artísticos para esta vida, a diferencia de los demás de mi especie, yo el mariquita pienso y siento televisión, a ver, para aclarar esto, no soy un homosexual, ni mucho menos un niño que anda llorando por la vida, como he oído en los parlantes, soy un insecto de color anaranjado y negro, dicen las malas lenguas que doy suerte y cumplo deseos, pero si llegase a volar no se cumplirá el deseo, por eso aprendí a disfrutar el cielo, no me gusta ilusionar a nadie, no me ilusiono a mí con sus cursilerías, si lo intentaran de verdad, más creativos, quizás pudiese funcionar, pero no. La televisión para mi es una fuente de inteligencia y sentimientos, veo las demás mariquitas hacer la rutina y que la rutina las haga a ellas sin cuestionarse nada, yo no, vuelo hacia la ventana, me acomodo en la rejilla, en el mejor lugar entre las personas y la televisión, ¿Que canales me gusta ver? Bueno los programas que hablan de insectos, tanto he aprendido que parezco psicólogo de mariquitas, hormigas, hormigas león, bueno a las ultimas aprendí a evitarlas, se específicamente donde se ubican, sus colmillos no me alcanzan, pero con el tiempo las he vuelto vegetarianas, solo por diversión, ajito un poco la hoja y piensan que es una presa, a demás, las hermosas mariposas y sus colores que humillan a cualquier flor vanidosa, no hay muchas especies en mi jardín, las comunes, pero una vez vi a un ángel, blanco, con un vestido, aun con todo lo que he aprendido de insectos, no sé cómo se llama, solo es mi ángel, quizás vino a darle a una virgen hormiga la noticia de que tendrá al mesías el hijo de Dios, ¿Por qué no? Aparte de esos programas me encantan los de romance y cocina, no es por vanidoso o como dicen en algunas novelas "levantado de raja", no, pero mi receta de ruda, floripondio y con una ramita de cactus pequeñita o espina, conquista a cualquier hembra de mi especie, de hecho hablando de romance, enamore a una mariquita hermosa, la apode Rose, ella no habla, no me dice nada, pero eso sí, ella roza mis alas de una manera estupenda, le encanta mi comida, yo soy su galán, su Don Juan de Marcos, me enamore a tal punto que en nuestra pequeña cita le dije " Te amo desde el primer momento en que ti vi" sé que eso no es de Don Juan de Marcos, pero me pareció adecuada la frase de esa canción, vivimos cinco días juntos, luego de nuestra boda, muy numerosa por lo demás, pero eso no importa, ya nada importa, desde que paso el accidente no sé porque puedo seguir con vida, me lamento a diario no poder besar los labios de mi amada, acariciar su piel pelirroja con pecas que me hacían caer en el pecado más puro y excitante, ya nada importa desde que ese mal nacido niño del demonio, la aplasto con un cigarrillo encendido, rojo cigarro, su cara de maldad cubrió todo el brillo del sol, desde ese día no hubo más día para mi, ya no siento nada.

  Pasaron dos días, eternos días desde el suceso, pero a la hora de las noticas, en la tarde, llego una idea bastante común, se mesclo con la noticia de ese instante, se mesclo para iluminarme y comprendí porque no le puedo cumplir sus deseos a las personas, es porque estoy muy ocupado cumpliendo los míos, este precisamente no será la excepción, tome mi caca con firmeza, la apoye en el macetero blanco de la esquina, justo donde le cante la serenata a mi querida Rose, la propuesta de matrimonio, con odio empecé a escribir, " ,el joven todo los días después de la primera novela sale a fumarse su cigarrillo" el desgraciado nos tira los residuos en la cara, contaminación para mi hogar y me pueblo, ¿Hepatitis? Si esa es la enfermedad que oí en las noticias, un niño murió por ella, el documental decía, "Hepatitis igual infección provocada por alimentos sucios o mala higiene", y no sabía que me serviría para lograrlo, las noticias ya terminan y el tiempo se me agota, no tengo nada al alcance de mis manos, ¿Manos? ¿Mi caca? suciedad, mala higiene, lo tengo, avance rápidamente por el Amazona, volé hacía el cenicero, paciente y furioso espere para que dejara reposar su cigarro como de costumbre, pasaron diez minutos y nada, solo un retraso, escuche que alguien que me delato y dijo "¡No lo hagas vas a morir, no salgas!" a pesar de eso encendió su cigarrillo dentro de su casa y salió, comenzó a fumar, lo dejo en el cenicero, comenzó a toser muy fuerte, lo que me dio tiempo para colocar mis desechos, incluso, escribirle "Estas muerto", volé lo más rápido que pude al jardín, fue tan rico ver como se consumía la muerte, he cumplido con mi cometido, pero el asqueroso tosió sangre justo cuando estaba volteándome a celebrar, me callo un poco y me dije a mí mismo "¡¿Que mierda he hecho?!", es ese instante, en ese segundo, lo comprendí ya no tengo motivos para vivir, volé y en un acto de desesperación, decidí morir como mi amada y mi enemigo, hundí mi cuerpo en las cenizas rojas, ahora, se preguntan ¿Si estás muerto como nos cuentas esto? Bueno no todas almas van al cielo.