La intranquilidad y su apetito voraz,
la congoja que momifica sentimientos,
y las confortables suplicas que parecieran no dar cosecha;
Desparpajos de sonrisas,
repicas de felicidad,
atractiva justicia que solo se pasea turisticamente.
Demagogos días entre un hueco de delirio,
las paredes de los sueños se desploman
y la cordura es desgarrada hasta uno ser un impaciente reloj de tiempo inerte.
*-* Miguel Espíndola *-*
- Autor: MIGUEL ESPÍNDOLA (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2013 a las 10:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Cuando un poeta escribe con pasión su alma borda el poema amigo Jhosmika
Grata la lectura de tus geniales versos.
Críspulo el de la Rosa
Gracias inmensas por leerme maestro Críspulo, amo la poesía y doy lo mejor de mi para que en mis versos se note.
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