Preexistencia divina, diminuto pulsar Un trozo de salitre, satélite errante... Un ápice de hierro, cumbre borrascosa Algún gramo de idilio, encrestado, vivo, Elemento de la tierra, soplo del Magnífico, Una gota de lágrima para el alfarero Algo de colorado polvo con granos de arena. Soy un destello, un adiós, un abrazo Antes de los cielos, Antes de la tierra Solo era un pensamiento Una hoja de otoño, un vago suspiro Luego, luego Fui engendro, yací fluido y agua, Atravesando islas, sinuosas y encrespadas, La dura marea, en rebeldías Golpeo mi ínfimo cuerpo prematuro Antes de gemir mi madre. Yo era un nombre, un paisaje, un horizonte y miedos En el vientre de la joven bella Navegué en océano profundo, Ciego a las lunas y estrellas, Antes, solo fui beso, engaño e hipocresías, Fui promesas, fui lamentos, ¡Antes, antes ensordecí! De estrepitosos gritos, Clamores y ruegos, entre sollozos. Antes, de ser un escribiente, Antes de ser padre y primaveras Fui otoño frio, cerro nevado y miserias. Hasta el día, qué a ti ofrendé mi alma Mis versos y lamentaciones, A ti quien en este instante existes, Acariciando mi espíritu, Leyendo mis metáforas. Antes de ser universo, antes de ser, Fuente Mis manos edificaron poemas y endechas de esta vida.
- Autor: Darioernestomuñozsosa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2013 a las 23:50
- Categoría: Amor
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy gratificante la lectura de tu genial prosa estimado amigo Darioernestomuñozsosa
Abrazos de amistad
El Hombre de la Rosa
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