La flor silvestre
crecía sin enojos
bella como siempre
entre los abrojos.
Y aquellos hirientes
creyendo deslucirla
querían hundirla
al verla floreciente.
Lo que no sabían
esos susodichos
es que ella florecía
en un mundo distinto.
Y cuando los espinos malos
crecían malintencionados
ella mostraba más belleza
porque era la princesa
entre aquellos cardos
pues lucía mejor
siendo única flor
en aquellos lados.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el Número 131009229735
Maracaibo - Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 8 de octubre de 2013 a las 00:21
- Categoría: Fábula
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: gisell_v, DELICADA ABRIL, claudia07, El Hombre de la Rosa
Comentarios5
¡Hermoso!
Hoy tienes la ternura en "90º"
Abrazos, colega
Fue lindo despertar entre fabulas Alejo...
Saluditos
¡ Bonita fabula ! Me ha gustado la valentía de tan hermosa flor. Saluditos Carmen.
hermosa fabula hermosa ternura y alma tienes mi amigo , bessos
Una hermosa y sensacional fábula amigo Diaz Valero
Abrazos de sincera amistad
Críspulo
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