Era un día no como cualquier otro.
El sol no alumbraba, las nubes furiosos de tanta mentira llovían lágrimas de desengaño.
Era tanto el dolor que las rosas de primavera se marchitaban.
Los pájaros ya no cantaban sus alegres y melódicas canciones de paz, sino desafinadas canciones de tristeza y desprecio.
El cielo no era de lujuria, sino de traición.
Las bellas mariposas que volaban por el aire, eran sólo cómplices de la infidelidad. La ráfaga del viento se robaba la alegría y los sueños, solo quedaba el mal AMOR y el silencio.
Después de esto me di cuenta que aunque hubiera una gran catástrofe, no tenía que bajar los brazos, si no seguir en esta guerra del AMOR y la traición.
Se que estos pensamientos llegan al corazón, pero por más grande que sea el error, tenemos que perdonar o reventar y seguir sufriendo.
Hombres y mujeres somos todos iguales, sompos seres humanos y nos equivocamos. Recuerden que solo hay una palabra que tiene PODER, VERDAD Y SINCERIDAD y esa palabra se llama PERDÓN.
- Autor: ROMINAA ( Offline)
- Publicado: 9 de octubre de 2013 a las 13:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 150
- Usuarios favoritos de este poema: ADOLFO CESAR MARCELLO
Comentarios2
Insólita avenida
que inunda fértil vega,
de cumbre en cumbre llega
y arrastra por doquier;
se lleva las pasiones
y los amores sin pausa,
estragos miles causa...
¡Qué gusto! ¡Qué placer!
No era un día cualquiera,
era un día farragoso,
un día tan doloroso
que no tenia razón
de que el día amaneciera.
¿Cómo arreglar el entuerto
antes de que anocheciera?
Solo pidiendo perdón.
Poemas de Camilo
GRACIAS QUERIDA AMIGA POR COMPARTIR TUS LETRAS UN BESO Y UN GRAN ABRAZO
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