Manchas en las oscuras calles
de viandantes desdeñados
tras las sombras, los lugares
de páramos marchitados.
Y del monte una cascada
resbala en la fría roca
y en sus aguas cristalinas
mis penas desembocan.
En mis parpados teñidos
de carbón y rosas,
se desechan los recuerdos
que escondía en mi alcoba.
De aquellos oscuros días
en la noche de mis recuerdos,
eran todos recordados
y desechados los más cuerdos.
Sombras fúnebres marchan,
por la espesa ciudad,
son mis pasos más tardíos,
que en sí, la eternidad.
Y tras la sombra marchaban
cercanos los pasos de mensajeros
de oscuras noticias breves
y de pájaros traicioneros.
Lloran los más locos
ríen los menos cuerdos
formando una orquesta
de cantores sin sentimientos.
En la oscura mañana
dice el roble envejecido
no hay sol tras mi ventana
para mí no hay sentido.
Y ese tornado que atormenta
los corazones de los más nobles
ahora atiza con la misma fuerza
a los que serán sus sucesores.
Sombras fúnebres marchan,
por la espesa ciudad,
son mis pasos más tardíos,
que en sí, la eternidad.
Es el paso más lento
Es el más rápido a su vez,
pronto llega y lento marcha
el sonido de la vejez.
Llora pues, ¡no hay temor!
Mas tampoco escapatoria.
Lo más triste es saber que no,
no quedaran mis pasos en memoria.
Si no puedo escapar
¡Para que correr!
dejemos que llegue silenciosa
y decida por su parecer.
Y luchan por llegar a la cima
aquellos que no podrán llegar,
son sus pasos más tardíos
que en sí la eternidad.
Es una lucha contracorriente,
que desde el inicio está perdida
aún así luchamos
de forma desmedida.
Ciegos somos por vivir,
Son palabras del aire
Las que cuentan los minutos
Las que soplan las verdades.
Rayo de luz, ilumina mis ojos
Tan falso como la luz en sí,
Ya que quieren dejarnos ver
Y darnos motivos para vivir.
No existe tal motivo,
Existe el sobrevivir,
Existe el ir andando
Por un rumbo sin descubrir.
Tal vez eso sea lo bello
El andar por andar
Con pasos firmes y seguros
Que no podrás dar.
cada paso es un golpe,
Cada golpe, un paso atrás.
Son los momentos, últimos
Y el morir es un andar.
- Autor: Hector Lopez ( Offline)
- Publicado: 13 de octubre de 2013 a las 06:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 211
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Uno siempre lleva la cruz de la muerte escrita en la sangre...,
aaahhh :3
la muerte :3
en sí tu poema tipo relato, tiene rima, entonación, ritmo, pero no sé, das vuelta en el mismo sentido, es como ciclo, sin salirte por la tangente y seguir otro camino, -a veces no me sé explicar- 🙁
pero, eso, como que reiteras siempre una situación, por eso, hay estrofas de más...
en fin, me gusto tu poema...
Como siempre, agradezco tu comentario, y tendré en cuenta tus impresiones para los próximos poemas.
Es mejor que seas tu mismo el protagonista de tus versos amigo Hetor Lopez... nadie le puede decir a nadie como se siente interiormente... porque la vida sentimerntal es siempre privada de cada pèrsona...
Bellas letras amigo mío.
Saludos y amistad de tu amigo Críspulo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.