¿Que no se sentía desnudo? Dijo usted,
Es que ahora se siente despellejado
¿Raparon sus ramificaciones celestiales?
Justo en la cima de los pies embarrados
¿Quizás con qué? Mierda, barro, sudor
impregnado en sus principios entristecedores
y aún pregunta que es lo que sucede.
La mañana, madrugadora, le respondió,
ya que yo no pude hacerlo ni descubrir
la leña que encendió este horno de barro,
¿Me preguntas? Pues no lo sé. Escúchala.
La madrugadora mañana le exclamó
"De hace muchos satelites rotos te dejo,
te abandonó,te remplazó"
Y ahora, ya tarde, lejos,
en el horizonte, quizás más allá,
otra mujer lo beso... Me amo.
- Autor: srakkin ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2013 a las 02:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Grata la lectura de tu genial poema amigo Srakkin
Abrazos españoles de amistad
Críspulo el de la Rosa
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