Nos despertó la noche que caía hecha lluvia sobre nuestros ojos,
y como si fuera pleno día, el estruendo acalló las voces y el grito por una
independencia inexistente.
Húmedos dependientes de una naturaleza que reclamó su cauce,
el temor se nos alojó desde el silencio roto, lloramos,
hubo manos que no lograron asirse,
vidas apagadas por un alud de agua y tierra que no detuvo nadie.
Ha sido extenso el dolor mientras el sol crece,
horizonte de penas que iban hilándose al silencio de la impotencia
mientras el grito empujaba a la ayuda.
La apatía se embarcó en el viaje de la incongruencia,
el abuso por momentos coloca muros que es necesario derribar
mientras el oportunista cierra los ojos y como hiena ríe.
Llovió en demasía, y desde los ojos de todo aquel al que se le nubló el alma,
aún llueve.
¿Quién ha de celebrar ahora?
Campanadas de pena tiñen un aire rancio que envenena
mientras una cadena humana hace surgir una pequeña luz de entre las tinieblas,
generosas manos siembran la esperanza mientras reparan puentes rotos
que se requieren para acortar distancias.
La reconstrucción muy lento avanza, la vida va,
es necesario valorarla.
Desde hoy sobrevivir es una doble carga,
obligado al vivir, hacer de la respiración una obra que la pena valga.
Zyanya@
- Autor: ZYANYA @ (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2013 a las 17:04
- Comentario del autor sobre el poema: La naturaleza reclama sus causes, azota, es imposible pararla, mezquinos intereses han cambiado el uso de suelo en áreas de humedales y causes de ríos, intentan "desviar" o reducirlos para crear "desarrollos habitacionales" que terminan convertidos en tumbas de sueños y vidas, impunemente.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 137
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, ejemplo de usuario
Comentarios2
sensibles letras de reclamo: Desgraciadamente así ha pasado, y afortunadamente hay vida para superarlo:saludos
En verdad espero que haya solución para evitar se repita lo ocurrido en México durante la tormenta "Manuel" y el huracan "Ingrid", es terrible ver tanta destrucción que pudo evitarse, y contabilizar muertos y desaparecidos... Continua el recuento de los daños.
Saludos.
Habla de desatres naturales pero podróamos tomarlo metaforicamnete cunado un desatre nos asola el alma, bello poema.
besos.
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