CALDOS DE VIDA/A Miguel Hernández
Al poeta le ofrecí un caldo nuevo
Se llamaba sales de vida
Adornados con pedazos de amor
Y rollitos de esperanza.
Bajé del cielo queso campesino
Lo adobé con brillo de estrellas
Y con un poco de sal de mis ojos.
Los niños llenaban sus mentes
¡Qué delicia ha de ser comerlos!
Ya no tendré esos calambres arrugados
Ya no tendré esas ganas curtidas
Esas hambres que tornan blanca la piel
Y nos hace desvanecer antes de vivir.
Pero en el caldo de poemas había luz
Tenía sabor a hierbabuena
A cera fabricada por las angelitas del bosque
Y la miel eran trozos de cebolla blanca
Con ramitos de cilantro picado.
Recordé los caldos de mi poeta madre
También sé qué sabor tienen
Y como Hernández me ubiqué en su prisión
Me llené de calma, y entre sus rejas
Descubrí las mías.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13
- Autor: Raquel ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2013 a las 23:36
- Comentario del autor sobre el poema: Es un tema en una página, hablar sobre el poeta Miguel Hernández y específicamente sobre su poema: LAS NANAS DE LA CEBOLLA, es mi sencillo aporte.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 154
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Un poema de colores y sabores, me gustó
bambam
bambam,eres muy amable, saludos desde Colombia.
Generosa la lectura de tu poema amiga Veronica Raquel
Abrazos de amistad de Críspulo
Abrazos amigo, como siempre agradecida por tus comentarios y visitas. Saludos.
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