La estrella que entonce quisimos tocar
se desvanece con el paso del tiempo
y se convierte en brillante polvo,
que ciego vuela por el cielo.
Se apoya en mi temblorosa mano
que la sostiene entre lagrimas del desierto
queriendolos minutos, las horas girar,
regresar a ese instante, el momento,
en el que te sostuve y te pude besar aunque
el polvo se perdió en la arena, es cierto.
Miro al horizonte, quieto, sin pestañear
y veo en la noche la luna que brilla,
la luz que yo todavía sostengo
se evapora y a su alrededor gira.
No me has olvidado, me dice,
mientras mi rostro sonriente iumina.
Siento que me elevo, la rodeo
me besa, me aparece una sonrisa.
De nuevo esto a tu lado.
Nnca dejé de estarlo, me explicas.
- Autor: Hector Lopez ( Offline)
- Publicado: 20 de octubre de 2013 a las 09:25
- Categoría: Amor
- Lecturas: 123
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
La esperanza de un amor infinito se transmuta en versos que con tu mágica pluma transcribes lo que tu alma te dicta.
Un abrazo desde Perú
Eugenio Sánchez
Hermosa la lectura de tu grato poema amigo Hector Lopez
Feliz día de nuestras madres queridas.
Saludos de afecto y amistad
Críspulo tu amigo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.