LA QUE NUNCA QUISO AMAR

Desistirá el tiempo al despertarla dormida,

sus sueños intactos como piedra

segregan serenatas de largos solsticios,

nunca quiso amar, quiere ser novia de la soledad,

llameaban sus hojas veraniegas

y sus flores solo brotan en primaveras.

 

Siempre se ha dormido ante el amor

cerrando las cortinas de su alma,

en cerrojo han quedado las puertas del corazón,

las persianas de sus ojos

niegan miradas dulces a espectadores.

 

Solo soy un hombre inspirado,

lentamente se ha enamorado,

no ha desprendido el misterio en su envestidura,

aun así sigue esparciendo brillo  a su hermosura,

he contemplado sus pasos tímidos;

ligeros sin pisar el asfalto,

llamará al amor la perdición de sus días,

y él, seguirá tocando aunque no quiera abrir.

 

Desgastado el papel entre la pálida tinta

solo escritos y elogios hasta dejarla sensible,

le he prometido a la luna adornarla de rosas

si concede el deseo de conquistarla en sequía.

 

No han perecido las ganas de abrazarla

cuidarla y besarla hasta embriagarla de pasión,

quitaré los espinos del miedo,

tantas dudas y misterios se han clavado

no han dejado respirarla.

 

¿A causa de qué? Desbordo en preguntas

como si sus labios cedieran respuestas;

es ese mudo silencio reinando en sus palabras

ella, la que nunca quiso amar

le enseñaré a amar en lo profundo.