Agradezco el milagro de tu cuerpo como melodía que deciende tus praderas.
¿Me pregunto si los arboles se inclinarán ante ti para admirar tu belleza arrojando a tus pies su solemnidad?
¡No lo creo, los arboles no se humillan ante nadie!
¡Eres mujer!
Como la negrura de la noche; pero soberbia y altanera como ninguna.
Erguida sobre tus atributos proclamas tu divinidad al mundo mediante dulces pregones, equiparandote con la aurora; orgullosa en sobre manera de tus dotes.
¡Baja de tu pedestal princesa!
Aunque eres reina no hay cabida para ti eentre los angeles; tu puesto esta entre los mortales aunque tus infulas esten por encima.
No me mires así mi linda, yo solo soy tu poeta (No tu jueguete y mucho menos tu mendigo)
- Autor: Lain Lamed (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de octubre de 2013 a las 13:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 388
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Gratificante la lectura de tu genial poema amigo Lain Lamed
Saludos sinceros de amistad
Críspulo el de la Rosa
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