Tengo un recuerdo bonito,
nunca lo he de olvidar,
en mi memoria está presente
y acompaña del corazón su palpitar.
Ése recuerdo tan lindo
a veces me hace llorar,
cuando que te veo tan chiquita,
acabadita de llegar.
Eres tú mi princesa
la mitad de mi vida ya,
me haces feliz con tus risas
y tus penas me hacen llorar.
Con esos ojos tan puros,
con una sonrisa en tu faz,
corres gritando mi nombre
y me abrazas contenta
cuando regreso de trabajar.
Tenías sólo días de nacida,
tus ojos buscaron mi rostro,
tu mano apretó mi dedo,
y me viste con mirar profundo.
Cada que lo recuerdo,
mojo el papel en que escribo,
sé que no podré pagarle a la vida,
el precio de que hayas nacido.
Me colmó el señor de bendiciones
agradezco en infinito al cielo;
quisiera construirte mi hija
un mundo sin penas, ni llanto,
construirte un mundo nuevo.
Alberto Morales Ureña
Derechos de Autor
- Autor: Alberto Morales Ureña (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2013 a las 12:25
- Categoría: Amor
- Lecturas: 131
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, kavanarudén
Comentarios3
Hermosa la composición y la lectura de tu formidable poema amigo Alberto Morales
Saludos de amistad desde Torrelavega
Muchas gracias
Mi querido amigo y poeta.
Creo que no hay regalo más grande que Dios pueda hacerle a un ser suyo amado como es un hijo, una hija. Jamás he tenido esa dicha y jamás la tendré.
Dios me lo siga bendiciendo y que esa pequena princesa siga creciendo en sabiduría, gracia, belleza y simpatia conviertiendose siempre más en el orgullo de su padre.
Mil felicidades de nuevo hermano querido por ese hermoso don.
Dios me los bendiga a todos.
Kavanaruden
Muchas gracias.
De verdad es un reglo maravilloso, no hay algo igual al gozo de ser padre.
Bendiciones para ti también. Un abrazo.
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