Solfea el señor con su laúd,
escribe notas que narran historias de su corazón.
Caminante ausente de noches usurpadas.
Caballero indómito de cruzadas malgastadas y amores nocivos.
Intérprete de sonetos, relator de sueños, historiador de vida.
Cuerdas equívocas que atenúan su soledad.
Notas dilapidadas que nadie entonó, calcinan hoy su alma sin razón.
Demonios que se manifiestan a reñir,
traen en sus alforjas monedas de cobre por las que nadie pagó.
Solloza lágrimas de sangre esa copla que en ningún tiempo nadie concertó.
Imagina una vez más, mi bien, cuál es la melodía que entona tu ser y grita tu voz.
Dulces notas que ahuyentan lo complaciente del vino que mitiga mi vetusto dolor.
El tiempo es dolorosamente corto y un para “siempre” se pierde en un suspiro.
Hoy perdimos el tesoro
que sin buscar encontramos en el mar de personas
que como nosotros, vagan buscando lo que tú y yo hayamos.
- Autor: Marisol A. Escudero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de octubre de 2013 a las 08:56
- Categoría: Amor
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, , Miguek Rodriguez, Viento de amor
Comentarios2
Lindo poema lleno de pasión amiga
Un abrazo
muchas gracias...
Lindas son las letras de tu poema amiga Marisol
Un saludo de afecto y amitad
Críspulo poeta y amigo
como siempre es un placer tu saludo... gracias
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