Tú lo dijiste cuando tus ojos me hablaron con esa voz de piedra y cerraste la puerta al universo que alguna vez te di.
Cada palabra que te dije fue verdad, cada cosa que hice fueron los sueños capturando tus ilusiones; y todo fue real.
Ahora quiero dormir y que la vida me lleve a tus brazos de espinas, que, aunque duelan es el mejor lugar donde puedo dormir.
Crucé el cielo y navegué en un firmamento vacío de tus estrellas.
El tiempo se suicida y cada espacio que fabricamos se redujo a tu nada.
Una rosa besa tus labios, pero muere con el veneno que poseías; así como yo tomé de tu amarga miel.
Sentí al mundo descansar en nuestro hogar, sentí a los mares posarse en nuestra mirada y no hallé mejor lugar que tus brazos de espinas…
Navegué por el firmamento y crucé el cielo estacionado de estrellas vacías.
El tiempo se suicida y cada espacio que fabricamos lo redujiste a la nada.
Tomaste mi vida y me abrazaste con tus brazos de espinas y nunca hubo un mejor lugar para quedarme…
Redujiste cada espacio a la nada e hiciste que el tiempo se suicidara.
Redujiste cada espacio a la nada…
- Autor: Ceus.A.Dasey (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de octubre de 2013 a las 23:48
- Comentario del autor sobre el poema: otra creación más, desde ya se agradece q lo lean y comenten si pueden!
- Categoría: Triste
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: Damian Santarossa, El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Esta muy bueno, me gusto mucho. Me hizo viajar. Saludos
Me gustó
bambam
Encantadora la lectura de su preciado poema amigo Dasey
Recibe mi amistad
Críspulo el de la Rosa
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