Bésame, silenciosamente, aun cuando no sientas el deseo de mirarme
Bésame aunque no quieras mis susurros, aunque no escuches el sonido de mi alma
Regálame un segundo, regálame una mirada, regálame un instante contigo
Una eternidad en tus brazos
Déjame tocar el cielo con tus labios.
Déjame sentir,
Déjame nacer,
Nacer en tus manos,
Y morir en la suavidad de tus labios
Bésame de lejos
Bésame de cerca
Bésame, cuando esté vivo y aun si muero pegado a tu boca
Bésame si te enojas
Bésame si sonríes
Bésame si estas triste, pues Yo sabré alegrarte
Pues sabré conmoverte y hare nacer tu alegría
Cada beso de tu boca, me recuerda cada día
Cada día que te quiero, y que eres mi armonía
Cada beso de tu boca, que me hace suspirar, está grande el sentimiento que es, imposible de igualar.
Con cada una de estas rimas, con cada uno de estos versos, no me aparto no me olvido, todo lo que por ti siento, aunque sople fuerte el viento, no se lleva el sentimiento, que has creado con el tiempo, y que no morirá jamás.
- Autor: Santiago D' Robleto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de octubre de 2013 a las 14:27
- Categoría: Amor
- Lecturas: 127
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Una grata y preciada lectura tus geniales estrofas de amor
Un placer su amistad amigo Santiago
Críspulo el de la Rosa
Gracias amigo, tambien es un gusto leer tus estrofas....
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