Un poco de amor, para pasarme de un trago esta vida.
Un poco de sangre, para sedar las voces de mi cabeza.
Un poco de psicodelia, para que el alma no enloquezca.
Un respiro de amor. Pues se cuenta, es de esas cosas.
Sin las que no se puede vivir.
Un sorbo de sangre. Tibia, viva que acaricia y satisface a la bestia.
Que la duerme hasta la siguiente luna sangrienta.
Un vaso de psicodelia. Así mezclo mis sentidos, escapar un instante.
Y disfrazarme de un hombre falso y distante.
- Autor: J.M (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de octubre de 2013 a las 21:52
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 2190
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios4
que locura.
🙂
Es interesante, no desde el enfoque rutinario y básico,
sino en que todo es de un aspecto metálico,
para terminar en un aspecto líquido, tu poema me sabe a arsénico...,
es poesía por donde se le mire...
Poesía sin medidas, excelente amigo, un enorme gusto leer.
Saludos cordiales, feliz noche.
Gratificante la lectura de tu genial poema amigo Petunv
Saludos de amistad
Críspulo el de la Rosa
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