Recuerdo al claustro
de las mil ventanas,
alma o espíritu,
deambulatorio…
Ayer acaricié una lagrima
y no rompí su llanto.
De corteza fuerte
y de alegría su naciente.
La bella flor de todos los poemas,
que de viejos descansan ya,
se evapora en el lecho del hoy día,
del mañana tarde,
del futuro noche…
Agua para la sed...
sonrisas para la vida…
Lo evidente deja caer,
desde la cornisa del tiempo,
al amor,
que pareciera ya una tontería.
¿Si de amar he yo esta vida
que de dolor ahonda y abunda,
porque he de sonreír siquiera
para parecer que vivo todavía?
Te mire a los ojos
cuando tu lagrima mi alma corroía
y no había destellos,
mas que de amor y de vida…
- Autor: Marzio Girola ( Offline)
- Publicado: 30 de octubre de 2013 a las 05:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: joaquin Méndez, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Hermoso poema amigo.
Un saludo.
Gratificante la lectura de tu genial poema amigo Marzio Girola
Saludos de amistad
Críspulo el de la Rosa
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