Ya se está cerrando, el círculo
Finiquitando, todo el ciclo
De treinta años, de discípulo
De platicos Agrícolas y su público…
Se cerro de golpe, un atraco moral
Que des fraudó, á mis compañeros
Y á mí con baja, muy terminal
No he superado la meta, de los obreros…
Que es entrar en paro y esperar
Ese trámite, no lo pude ejecutar
Mi vida, dio un vuelco espectacular
Por enfermedad irreversible, fatal…
Aunque viva, en campos divinos
Donde las horas, me dan igual
Las agujas del reloj, son recuerdos
De toda una era intensa, laboral…
La sentencia ya es firme, del juez
Para cobrar los Euros, por antigüedad
Cerró la fábrica, de sacos y mallas
En el tiempo, de mi enfermedad…
Ya hace seis años y aun sigo en sueños,
Trabajando tarde y noche, en la visión
De este viejo joven, que escribe desvelos
Atormentado por el fracaso, de la recesión…
El trámite de los tiempos, es implacable
Arrasa con los sueños de familias, por fraude
Cuando se cierra el grifo, de lo insociable
Dejando en paro á familias, sin escape…
Las colas del paro, son interminables
Horizontes amargos, con años por delante
Espero que Dios, les eché un cable
Á miles de familias, que pasaran hambre…
Yo pido, para toda la población humilde,
Millones de obreros, que del paro no salen
A mi Dios, me mando un aviso, impermeable
Retirándome del trabajo, una noche de septiembre…
Y me dejo la gracia, del sueldo completo
Por eso no me quejo, pero sufro por compañeros,
Que aún por su edad, todos están de espanto
Sin trabajo y con la lacra, de vivir desolados.
¡Si pudiese hacer algo me sentiría feliz, pero el mundo ha entrado en estado de peligro y yo solo soy, un humilde hombre desilusionado!
Modesto Ruiz Martínez / miércoles, 30 de octubre de 2013
- Autor: MODESTO EL POETA (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de octubre de 2013 a las 06:56
- Comentario del autor sobre el poema: El reloj de la vida no para ni un segundo y como ya sabemos, jamás volverá atrás, haya donde dejemos los años de trabajo y vida nuestra vida privada, con sus alegrías y tristezas, vamos pasando círculos en nuestras vidas y aun así yo quisiera que el mío no tuviese fin, pero hay una fecha de caducidad que nos pillara de sorpresa, cuando pasemos el túnel de las almas y ya no seremos nada, solo recuerdo en las gentes que se quedan viviendo su vida y recordando sutil mente, todos nuestros recuerdos.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Gratificante la lectura de tu genial poema amigo Modesto
Saludos de amistad
Críspulo el de la Rosa
SIEMPRE TE ESTARE AGRADECIDO AMIGO CRISPULO DE LA ROSA, GRACIAS POR LEER MI POEMA Y MI PROSA.
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