El verso puro de fragancia suave
Con un desmayo sensual me gusta;
Mezclo en mi canto la canción del ave
Con la del bosque de cadencia augusta.
De noche en mi jardín, hace retreta
Parlero surtidor, perlas en fiesta,
Y el nardo y el jazmín y la violeta
Preludian, muda, una olorosa orquesta.
En mi ventana abierta junto al cielo
Y llena de un azul de lontananza,
Vienen querubes a cantar, en vuelo,
Una inmortal canción a la esperanza.
Algún fracaso de mi buena suerte
Bendigo por el bien; nunca me asusta;
Que el beso frío de la misma muerte
Halle en mis labios la canción robusta.
Seda de ensueño que bordé, de viaje
Por el imperio azul de la quimera,
Son mis estrofas; se dijera: encaje
De tibios besos en mi primavera.
La flor sangrante del, martirio llevo
Puesta en mi ojal sobre mi pecho izquierdo,
Y así, soñando con un canto nuevo,
Entre la espesa multitud me pierdo.
Canta la abeja en el vergel florido
Empapada de miel y polen tibio;
Yo que soy del dolor fatal ungido
Hallo en la estrofa mi mayor alivio.
Bajo mis sauces de canción doliente
Vive una virgen beatitud pagana;
El mundo necio, la creerá serpiente,
Una serpiente de cabeza humana.
Ebria gaviota sobre el mar en vuelo
Sobre París y sobre Grecia avanza
Audaz v lírica, esa es mi anhelo:
Loca gaviota que a la mar se lanza!
La frente al sol y con la herida al viento
Paso cantando indiferente al premio,
Vive en mis labios, con mi propio aliento
La rubia estrofa de un marqués bohemio.
No matarán las nieves tantas flores
¿Que ha alimentado la locura mía?
Y mis vigilias, como mis dolores,
¿Daranme tiempo y sueños todavía?
Mi juventud parece que ya mengua
Y aún duerme intacta la secreta lira,
La palabra inmortal calla la lengua
Y atrás la noche contra mí conspira.
Lento maduran del ideal los frutos
¡Hombro mío: tu cruz carga y soporta!
Que en el dolor son vastos los minutos
Y para el bien, la vida siempre es corta.
Ignoro el metro y la cadencia loca
Para la estrofa melodiosa y trunca
Que hay en mi boca y morirá en mi boca
Porque su ritmo no he de hallar ya nunca.
Porque no tenga mi canción acento
No espere el mundo que me desespere,
A impulsos de alas viajaré en el viento
Y he de ser cisne que cantando muere ...
- Autor: -Creadora de sueños y fantasías- (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de octubre de 2013 a las 15:49
- Comentario del autor sobre el poema: Manuel Ortiz Guerrero, fue un poeta paraguayo nacido en el barrio Ybaroty, en la ciudad de Villarrica del Espíritu Santo, Paraguay, el 16 de julio de 1897, hijo de Vicente Ortiz y Susana Guerrero, quien falleció al dar a luz al niño. ¡Su trayectoria!. Y volviendo a Alsina, éste sentencia: “Independientemente a su vasta contribución a las letras paraguayas y a la influencia moral que ejerció, hay que sumar aquella de significación espiritual que, prolongándose en el tiempo, no cesa de dar frutos... El folklore, la música, la poesía, el teatro de sentido popular, encuentran en él, en algunos géneros el creador, en otros, el alentador de aliento poderoso... Ante él acuden Julio Correa, tímido con las primeras escenas de su autóctono teatro, con sus versos, comprimidas viñetas de emoción; Gómez Serrato, con los originales de “Jasy jatere”, que Manú prologa y edita...” Reunía en sí los rasgos típicos del poeta de su tiempo: bohemia impenitente, alto contenido de romanticismo en sus actos, gestos y escritos, amistad prodigada sin dobleces, nobleza espiritual y alto altruísmo, dignidad a toda prueba. Se cuenta que hurtaba velas del camposanto para alumbrar sus noches, que compartía con otros poetas y músicos, como él. Nació en Villarrica en 1897. Fueron sus padres, don Vicente Ortiz y doña Susana Guerrero, quien falleció al nacer el futuro bardo. Su progenitor ejerció el cargo de juez en varios pueblos de la campaña. El cuidado de la criatura estuvo a cargo de la abuela paterna, doña Florencia Ortiz. Cursó la escuela primaria y secundaria en su ciudad natal y con posterioridad se trasladó a la capital paraguaya, en cuyo Colegio Nacional continuo sus estudios. Fue recitador y orador de voz ardiente y melodiosa. Débesele la creación de la guarania, junto con José Asunción Flores, género musical que transpuso las fronteras y es gustado por todas las almas sensibles de la Tierra. Fundó en Asunción la revista "Orbita". Publicó las siguientes obras :"Eireté", comedia en un acto, Villarrica 1921;"Surgente", poemas, Asunción 1922. "El Crimen de Quintanilla", tragedia en 3 actos, Asunción 1922; "La Conquista", drama en cuatro actos, Asunción 1930. Muchas de sus poesías llevan música del maestro José Asunción Flores y varias, del músico guaireño, Ampelio Villalba. Manuel Ortiz Guerrero, aunque fue un excelso vate, "su mejor poema fue su vida"al decir del poeta Vicente Lamas. Falleció en Asunción en 1933.
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Comentarios4
Agradecido por compartir... tanto la biografía con las letras de tan intenso y sentido poeta, fue un enorme placer hacerlo. Gracias... compañera.
Un saludo cordial con cariño... desde Venezuela.
Ahhh, no lo había leído, hace verso clásico, pero la finura en su verso, ese uso de la palabra, lo hace Poeta al poeta paraguayo...*
-interesante- 🙂
Gratificante la lectura de tu genial poema amigo Dahiana
Saludos de amistad
Críspulo el de la Rosa
Gracias por compartir los sentires poéticos de tu país, es maravillosa pintura en poesía la que nos obsequias de ese gran poeta Paraguayo......en hora buena.....un abrazo cálido
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