Él estaba perdido,
perdido como cualquiera
en busca de su destino.
Su fe rompía violenta en las rocas,
alumbrando una espuma indomable
negra como el ébano, brillante como el sol.
Desesperado, al borde de la caída.
Cascada de cabellos marrones de aurora.
Y si abre las alas y escapa?
Y si se zambulle en los rizos de agua?
El estaba perdido,
perdido como cualquiera
que ha encontrado su destino.
Se vieron centenares de alas en el cielo,
un bote abatido a los pies de la melena.
Se escuchó en los árboles un grito,
del que escapa o quizá del que encuentra.
El jamás dejo de estar perdido
ni se encontró, ni lo encontraron
A veces cierro los ojos e imagino.
! Voló para ser libre ¡
! Cayo para ser amado ¡
- Autor: J.M (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de octubre de 2013 a las 21:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Tu doble reiteración une al poema, yo creí que lo dividiría, pero, al leerlo, me di cuenta que sincroniza las dos situaciones, para darle un final que se escapa y vuelve al autor del poema...
Excelente versar, amigo. Y de encuentros se llena el alma al volar libre. Un enorme gusto leer.
Saludos cordiales, que tengas una buena noche.
Cuando tu genial pluma llora tinta negra... amigo J. M.... tus estrofas salen a tus versos con hermosa creatividad...
Un abrazo de amistad de Críspulo
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