Vivía su alma
prisionera entre cadenas,
sin alas para volar
y salir de las tinieblas.
Vivía su corazón escondido
en la celda de su pecho,
no tenía cobijo ni un nido
para reposar de sus delirios.
Vivía sin un lugar,
donde su cabeza descansar,
sus penas eran la almohada
que cada noche la abrumaban.
En su cabello revuelto,
habían desaparecido los rizos,
sus labios de carmín,
inertes de cera pálidos,
no tenía horizonte ni destino
ni barco ni timón,
no conocía el camino,
su brújula marcaba el vacío.
El vacío que en la noche
oscura del alma está presente,
todos hemos de afrontar
a la hora de la muerte,
su imagen nos viene a buscar.
De ese vacío inmenso,
surge el Agua de la Vida,
la Fuente de la libertad
y vuela el Ave Fénix de la paz;
es la riqueza infinita
de donde nace la sabiduría.
De la nada nace el TODO,
una verdad para vivirla.
No tengas miedo, te salvará.
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Autor:
Rosa Baladron Rodriguez (
Offline) - Publicado: 31 de octubre de 2013 a las 08:03
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Arenilla
Offline)
Comentarios2
Me lleno de poetico sabor la bella lectura de tu genial poema amiga Rosa
Saludos de amistad de Críspulo
Gracias mi querido amigo, por comentar tan amablemente mi modesto verso.
Un abrazo de amistad para usted gran Maestro de las letras.
Rosa
Lindo poema con una mezcla de tristeza, melancolía y esperanza...
Abrazos cariñosos.
Muchas gracias Arenilla por tu grato comentario.
Un abrazo de amistad.
Rosa.
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