La ambulancia
Hace tiempo que no venía una ambulancia
a este pueblo de interior, donde la gente
muere todos los días, pero no de bala,
como ahora que hay un muerto en plena plaza,
baleado y sin razón por un furgón de policía,
sino de hambre y de dolor, que de eso muere
la gente de por aquí, de un largo olvido.
Por eso al oír la sirena de la ambulancia,
al verla aparecer por estas calles polvorientas,
les juro que no sé cómo se salvaron los paramédicos,
y es que la gente atravesó una barricada en nuestra calle,
detuvo la ambulancia, la dio vuelta
y, en tanto la incendiaban, el baleado
moría sorprendido de tan magno movimiento.
Y es que, como ya les dije, es hace tiempo
que no venía nadie a nuestro pueblo miserable,
menos una ambulancia que aún se quema en plena plaza,
mientras la gente vuelve a sus casa o a sus sitios de trabajo
y el furgón se leja ululando su sirena,
curiosamente semejante a la de aquellos enfermeros
que tampoco han vuelto más a estos tierrales de abandono.
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31 10 13
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de octubre de 2013 a las 09:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 721
- Usuarios favoritos de este poema: , Trovador de Sueños ...y realidades.
Comentarios2
Me lleno de poetico sabor la bella lectura de tu genial poema amigo Öscar
Saludos de amistad de Críspulo
Buena semana, Críspulo, gracias por tu lectura, mis saludos fraternos desde Chile.-
De punta a punta el continente está lleno de ese lamento, amigo. Muy buena reflexión ... y verdades sin miedos y sin mordazas así es.
Un fraterno abrazo, que tengas una buena y feliz jornada.
Lamentablemente es como tú dices, Carlos, es de esperar que cada día se haga menos la indiferencia y el abandono de gran parte de nuestros pueblos.-
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