Hoy he subido al altar de las naves del olvido
donde allí aprendi a mirar y en mi barco a navegar
hasta donde yo he podido. Mi mayor sueño es soñar,
mi bagage haber vivido. Yo no soy más que un juglar
que ha salido a navegar y en los mares se ha perdido.
De la vida en mi bagel, entre brisas y zozobras,
me he subido al carrusel, he pagado mi arancel,
arriesgando en mil maniobras. Ahora, pirata en la mar,
¡jugador empedernido!, presumiendo de jugar,
de algunas veces ganar y muchas otras perdido.
La fiesta va a terminar, los asiduos al convite
entre bramidos y envites comienzan a desfilar.
Las velas hay que plegar, no queda nadie que grite.
Ahora en este caminar comienza la bajamar
haciendo que el sol levite. La mar se fue a dormitar
y en ese cuarto de estar el que esto escribe repite:
¡Oh la mar, el mar, la mar! siempre abierta al infinito
que no para de llorar. Ni tu sueño ni un cantar
vetarán que un dios maldito te provoque malestar,
se hincarán en el hogar de este su escritor proscrito,
jiñarán en el escrito antes de a la par lanzar
turbulencias que al final arrastrarán su detrito,
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de noviembre de 2013 a las 04:27
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1062
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Excelentes y gratamente leidas las hermosas letras de tus bellas estrofas estimado amigo Donaciano Bueno
Un fuerte abrazo de amistad
Críspulo el de la Rosa 😆 😆 😆
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