Por las feroces calles
de la ciudad
van los niños limpiabotas,
como ángeles,
lustrando los zapatos
al hombre cruel
que los mira con desprecio.
Vedlos, poeta,
vedlos como van.
- Autor: rodulfogonzalez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de noviembre de 2013 a las 10:06
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades., Miriam Inés Bocchio, El Hombre de la Rosa, Maria Hodunok., Lorenzo13, alfonso israeli
Comentarios10
mi querisimo amigo Eladio, esto es un lamentable estado de las creaturas que desde ya tienen minado el futuro...
.
te saludo con gran admiración y cariño y te deseo un grato y mágico día con una lluvia de 😀 😀 😀 😀
Buen día, mi mágica amiga. Un abrazote Eladio
Hermano, yo lo fui. Se lo que es. Gracias por gritarlo.
Un fraterno abrazo.
HERMOSO Y REAL POEMA,QUE ME HACE CRISPAR,DE TAN SOLO PENSAR LO POCO QUE LOS NIÑOS,PUEDEN DISFRUTAR
UN ABRAZO ENORME A TAN GRAN POETA
Gracias, amiga, por leer mi peomita. Un abrazote desde mi bella Venezuela. Eladio
Muy gratificante la lectura de tus letras amigo Eladio... yo he conocido aquellos tiempos cuando me limpiaba los zapatos en los ambulantes con sus cajas de madera..
Un saludo de amistad.
Críspulo el de la Rosa..
Se ven siempre y sufre el corazón, amigo poeta.
CARIÑITOS.
Esos cariñitos tuyos les hacen falta a los niños de la calle. Gracias, Eladio
Poeta Rodulfo, amigo, lindas palabras dirigidas a esos noble niños que día tras día están trabajando en vez de estar estudiando y jugando, es una de las tantas cosas que hay que cambiar. Excelente día y que Dios ilumine tu camino.
Gracias por su comentario. Como usted es venezolano (yo vivo en Margarita) le puedo recordar que el tirano muerto (el 5 de marzo en Caracas, el 28 de diciembre de 2012 en la metrópoli, La Habana) dijo recién posesionado de la Presidencia de la República que si en 6 meses había un niño abandonado en Venezuela, se quitaría el nombre y al morir, a pesar de que la niñez abandonada creció exponencialmente, lo anunciaron como Hugo Rafael Chávez Frías. Un abrazo. Eladio
Dios mio! Aun existen los niños de Dickens y Victor Hugo, esos miles golfillos limpiabotas y chimeneas? Usted habla de esas calles ferozas donde corren niños por un pedazo de pan y un vaso de leche y yo me quedo atormentado. Que inconcencia de esos jefes deshumanisados asujetados a tanta crueldad! Que indignacion saber que hay tantos angelitos aterrorizados de hambre y pador pero que orgullo de dedicarlos tan sensibles versos. Es la hora de poner fin a esta tragedia y buscar el camino que lleve este sintoma tan maligno a su cabo y le alimente de preciosas consequencias.
Ronny Levy, Jerusalem.
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