El valle, siempre tiene montes a su alrededor. La alegría tiene tristeza, amor desilusión, salud enfermedad, sonrisas lágrimas, deseos frustraciones. Somos el valle, no podemos ampliarlo, los montes no dejan. Atrapados en nuestro sitio, mismo que para lejos vayamos, los montes siempre estarán.
Inconstantes, sin destino cierto erramos sin salida para apreciar lo que está por detrás de ellos.
Por su parte, ellos miran al horizonte, hasta que su visión alcance, pero solo miran, no pueden ir.
En este círculo implacable, andamos, en medio de tormentas, de miedos, de inseguridad, sin salida.
Hacemos de cuenta que vivimos en libertad, que podemos a fuerza de sudor cambiar nuestro destino.
Hacemos versos a los valles, inventamos belleza en el viento agreste del monte, sentimos calor en los pies ahondados en hielo, frescor en el brasero de los campos con el sol quemando la piel. ¡Y somos felices! Parece, pero no es verdad.
Luchamos por un mundo mejor, pan para todos, cura para las enfermedades, leyes para protegernos, obligaciones morales, cuando bien dentro de nosotros no lo aceptamos.
El mundo gira, la luna lo acompaña, quiero que tú, lo hagas siempre, que pueda verte reír, que pueda bañarme en la profundidad de tus ojos tenerte siempre junto a mí sentir que ha valido la pena, llegar hasta aquí, que al final no estoy sola.
Amistad como la nuestra no conozco, es normal que no lo entiendan, en tu simplicidad, todo lo bueno que un ser puede tener, lo tienes.
Mismo siendo valle, o montaña, poco quiero y no me importa no poder moverme si te siento cerca de mí.
Me siento protegida, es bueno, nunca en toda mi vida he podido confiar como lo hago ahora.
No conoces la palabra sacrificio, andas bajo lluvia, para ir a buscar algo que sin querer digo “me apetecía”.
Ya hiciste miles de kilómetros para llevarme a mi tierra, y a mi playa.
Una vez estando en España, pasando unos días, comenté que no tenía un agua mineral con gas natural, que hay en Portugal.
Apareciste a las diez de la mañana después de viajar tres o cuatro horas sin saber dónde era el piso, para llevarme unas botellas. Descansaste unas horas y marchaste, pues tenías que trabajar al día siguiente.
Cosas pequeñas pero inmensas para mí. Nunca olvidaré tu buena voluntad para conmigo.
No eres rico, no eres del medio que yo siempre frecuenté, pero, eres algo que yo pensaba no existía.
No quiero saber si soy monte, o valle, sé que nunca me dejaras sentir frio, ni calor, ni que tendré ganas de marchar de mi sitio en busca de lo que hay para allá de mi rincón.
Ni feliz, ni infeliz, ni apasionada ni decepcionada, solamente en paz, en sintonía con Dios, mientras tenga tus brazos para ampararme en momentos tan amargos que tengo.
Sé lo que es ser echada fuera se lo que es ser gozada y mucho más. Ahora es mi hora d ser protegida, deseada mi presencia, sin pedir nada en cambio, solo que puedas verme sonreír.
Quería tanto, ser algo más, quería tanto ser lo que en tu corazón deseas, regalarte algo que ya no tengo, juventud.
Plenitud en mi querer, pero así es la vida, tú lo aceptas, lo sé y mientras mi corazón pueda, de mí tendrás toda la ternura de una amiga y compañera.
Que el viento en medio del trigo nos acaricie, mientras miramos el valle y los montes.
Porto, 10 de Octubre de 2013
Carminha Nieves
- Autor: secreet50 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de noviembre de 2013 a las 07:06
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1504
- Usuarios favoritos de este poema: la negra rodriguez, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Que lindo escrito que se deja envolver en una sola metafora, bello es sentir que el compañero es como el valle o como el monte o quizás como la luz que ilumina ese paisaje.
besos.
Gracias. Eres blanca de alma. Feliz por tenert tu companhia
Un abrazo com amistad
carmina Nieves
Una hermosa muestra de su talento poetico amiga Carmina Nieves
Gratificante leer tus bellas letras
Saludos de amistad de Críspulo
No mereces una rosa, en tu nombre pero un ramo mui grande por tu fidelidade.
Gracias por todo tu apoyo.
Carminha Nieves
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.