¡Doña Juliana!
¿Qué cristiana?
Su hijo está en el río
¡ Díos mío! ¡ Díos mío!
Y que se lanzó a la corriente
¡ Ay Díos potente!
Y estaba barrialoso
¡ Ay Díos poderoso!
Que parecía tiburón
¡Virgen de la Concepción!
que gritaba muy contento
¡Padre y señor nuestro!
Por fin y que se cansó
¡Gracias a Dios!
Aquí se lo traje a casa
¡Virgen de la Altagracia!
¿Y qué? ¿Lo va a castigar?
¡No! ¡Voy a la iglesia a orar!
¡Pero lleve al niño a la iglesia!
¡Pero mujer! ¿Porqué inventas?
¡por eso es que se le pierde de vista!
¡Tiene razón! ¡Ven hijo vamos a misa!
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el Número 1311069112047
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 8 de noviembre de 2013 a las 00:19
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades., El Hombre de la Rosa, claudia07
Comentarios4
lindo como una anecdota graciosa , ingenioso , me gusto mucho.
cordiales saludos.
Excelente... reflexión para no perder de vista, hermano. Un gusto leer de tu genial, pluma.
Un fraterno abrazo, ten un buen día.
Muy hermosa y gratificante la lectura de tu bello poema amigo Diaz Valero
Saludos de sincera amistad
Críspulo el de la Rosa
HERMOSO INGENUO GRACIOSO Y BELLEZA TOTAL SU INSPIRACION , FELICIDADES MI POETA
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