Estas con las piernas abiertas y la mirada te barre entre las piernas. Va de este a oeste para librarte de los males, la mirada te barre el alma empezando desde los pies. Tu ceño se arruga, no es por dolor, ni por enojo. Solo se arruga por la mirada que te barre los besos. De apoco se te sueltan las amarras; se te suelta la mirada entonces son dos barriendo las ganas. La primera pieza acaba; la segunda toca el suelo y un coñac nos va seduciendo. Siego barriéndote con la mirada de oeste a este; tú vas de norte a sur. En algún punto nos encontraremos; quizás, si la suerte es buena. La Luna se queda esperándote ilusionada de tus estrellas; de tu sonrisa. Ya pronto amanece y desaparecerá la esperanza de tus luceros, los que nos guían hacia el futuro encantador. Mientras tanto aquí se escapan prosas y versos queriendo ser barridos con el amor que te miro. Debo limpiar mi alma de impurezas, pero tú me envuelves. Me haces perder el tiempo pensándote. Esta tinta azul no dura para siempre. La fe se marcha en el tiempo en que esta se seca y deja de brillar. En el fondo música de los 50’s sintonizada por una banda de pantalones al ombligo y corbatas cortas. Sueñan grande con pianos pequeños. Las notas que las vocalistas cantan son largas y agudas; justo como mi trago que se calienta con cada minuto que paso esperándote. Termino la canción; se me acabo el trago y la mirada que te barrió desde los pies hasta la cabeza no fue la mía.
- ¡Taxi!
- Autor: Amadeus (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de noviembre de 2013 a las 16:26
- Comentario del autor sobre el poema: Lo que ocurre en el fondo de la mente son historias repetidas con un corazón desolado.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
gratificante la lectura de tu genial prosa amigo Amadeus
Saludos de amistad
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