AQUEL OTOÑO

                                       

 

Observe las amarillas hojas caer en el otoño  de 2000

Volaban , daban volteretas  parecían que  eran rehenes del viento que las elevaba y las hacia danzar con él , sentada en el banco de aquella plaza con la mirada, cargada de paz  y  mi alma suspendida por el  gozo de amar la vida , mire mis manos que entumecidas por el aire fresco que cubría la desolada tarde  empuñaban  en una un manojo de arena hecha amor y en la otra  pérfida libertad encarnada en mi, gritando queriendo salir y colgarse sobre las ramas de algún árbol en este otoño.

 Recuerdo mi retrato claro que en la laguna del parque se reflejo si!! Mi rostro moreno, cabellos castaños lacio,  Mi  boca pequeña pintada de un suave rosa, en mis ojos sueños, mi piel olía a perfume fresco de algún amado verano., Y un lunar en mi mejilla  regalo heredado de mi madre.

Me quise tanto ese dia  porque  lucia una sonrisa tan cándida y apacible que causo contagio en la gente  que pasaba por mi lado. Regale tantas sonrisas como  hoja regalaban los arboles al  viento mundano que remolineaban al caer  al suelo.       

El atardecer ya se asomaba y yo adorando aquel dia, creo haber visto caer  sobre mi cabeza mil hojas  todas diferentes, todas iguales.

 Pinte todo lo que mi ser expreso en un lienzo en la memoria, montañas de caramelo, bosques de dulce perfume a jazmín, con caminos de tierna blanda y hojas secas picazo de mi paisaje.

 si tan solo con los ojos del alma se pudiera ver y sentir   la vida,  nos daríamos  cuenta que un son es diferente a un sonido a una melodía , porque él son es como una brisa en otoño  dulce, sublime te lleva al ci elo te hace rosar las mejillas con las blancas nubes , y  deja colgado el corazón y expuesto a lo más bello.

Quise sentir en mi el otoño nacer y todo su follaje me hiso revivir sueños, su aroma a madera, su fresco atardecer,  el viento que acompañarlo como todos los años  como aquel otoño del 2000.