A MI LADO

No te pesa caminar a mi lado y sin embargo te apartas cuando dormimos. Es verdad, yo te llamé y busqué de tu abrazo, pero ahora continúo perdido. Ya quedaron lejanos los tiempos en que mi necesidad de sentir era grande. Y ahora eres tú la que me busca a mí sin esperar que la vida vuelva a ser como antes.

 

No me hablas, no me escuchas, tan sólo estás a mi lado, para que no me sienta solo, y yo, contigo y tu cariño tan frío y amargo, más solo me siento entre todos.

 

Porque en mi cuerpo el reloj pasa temeroso y sin prisa, encima de mis deseos por liberarme de ti y de tus caricias, mientras, tú me alejas de mi mismo y de los demás y es verdad que todavía dicen que estoy vivo pero ahora hasta las sombras de mi lado se van.

 

No tienes sonrisa, no me quieres, tampoco duermes; tan sólo me pierdes, de mi mismo, de lo que puedo ser, de lo que eres, de lo fui, de lo que se siente.

 

Además tienes ambición. No te basta con ser de mi cuerpo la dueña que también quieres apoderarte de mi corazón.

 

Y tu cara tiene mi rostro. Soledad, bien te quiero y te odio.

 

Y con la soledad contemplo la luna. Lo hago porque nadie me escucha.  

 

El dolor atrae a mi pena; mi soledad, mi compañera, tu cara me suena; claro que te daré un abrazo, no lo he olvidado, no estás perdida, ahora estás a mi lado.