Amor, a ultranza te hiciste silente,
te enrocaste en la esquirla breve
que siempre nos penetra tu mutis.
Te replegaste para decirnos sinrazón
bramando en las aguas de tu ausencia,
esa soledad sonando estridente,
cuando horizonte es tu islote pétreo,
tan inabarcable como fuiste ayer.
Amor, ¿cómo despertar tu muerte?
Horadaste la roca para ser
más que un beso que te sangra,
más que un sexo que te contiene,
huiste la carne con lo inmortal
que contienen todas tus desnudeces.
Acaso esculpido en la piedra
o cautivo de un adhesivo cotidiano,
quizás recostado en el pretil
donde mantengo los abismos,
me impaciento si no te veo
recortada una sola de tus axilas.
Kabalcanty.copyright©
- Autor: Kabalcanty (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de noviembre de 2013 a las 19:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades., joaquin Méndez
Comentarios1
Contundente... y bien plantado poema, amigo. Siempre un placer leer de vuestra pluma, con los verbos deslizados y llenos de magia.
Saludos cordiales, ten una buena y grata noche.
Agradecido, amigo Carlos. Te deseo un fin de semana ideal.
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