Era tanta la obsesión
que tenía por hacer crecer su panza
que con fruicción engullía la matanza
de un magnífico lechón.
Pensaba así el muy ladrón
mientras engullía ansiosamente el chancho
¡esto si que es un buen rancho!
lleno de satisfacción.
Palpitando el corazón,
sin tregua y sin desaliento,
se aplicaba bien al cuento
al ritmo de un colocón.
Soñaba con la abducción
a un carnivoro planeta imaginario
y él el unico trincón
de todo ese vecindario.
Creia, sí, el muy bribón
que la felicidad del estomago venía
pues a él la alegría producía
olvidando su pobre situación.
Y es cierto a decir verdad
que la comida es uno de los placeres de la vida,
más no se olvide que produce ansiedad
si se hace uso de una forma desmedida.
Que recuerde el muy gruñón
que al ingerir más de la cuenta
puede que al vientre revienta
pues produce en la panza una explosión
de gases que salen por algún sitio
o le hacen saltar en añicos
o conduce a un orificio
para su ventilación.
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de noviembre de 2013 a las 01:48
- Categoría: Fábula
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: ☼ G U E R R E R O ☼, Raúl Daniel
Comentarios1
Ja, Ja, Já!, Buenísimo. Hoy muchos viven así, comer es su única meta y fantasía.. ¡Qué bien lo pintaste!
Un abrazo!
R_D
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.