Se fue caminando hacia el ocaso,
y pasó el dintel de la existencia,
dejó los pies sobre la cama,
y voló con las alas de su alma.
Hoy superó sus pequeñeces,
y fueron más grandes sus virtudes,
Hoy conoció al Dios de los altares,
y su existencia se llenó de luces,
te imagino gozoso y sin dolores,
te imagino feliz de estar con Dios, y su grandeza
puedo verte, sonreir cuando me miras,
y escuchar cuando me dices,
!Tranquila..... ya no llores!
!Aquí hay un jardín hermoso, lleno de flores!
No hay frío, no hay calor,
Aquí soy feliz....
y tengo tú amor,
!Tranquila...... ya no llores......!
- Autor: ecastro ( Offline)
- Publicado: 16 de noviembre de 2013 a las 23:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 101
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Gratificante sabor poetico tiene la lectura de tu bello poema amigo Ecastro
Saludos de amistad de Críspulo
Gracias amigo, no encontré otra forma de transformar la tristeza de la separación.
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