Era una mañana
de un hermoso día,
el sol despertaba,
la luna dormía.
En los matorrales
de aquella alma mía,
besos a raudales
yo sentir creía.
Saltaba y gritaba
y al fin sonreía.
Sentí que volaba
¡dulce algaravía!.
¿Qué es lo que me pasa?
¿por qué la alegría
ha entrado en mi casa?
Nadie respondía.
Abri la ventana
de mi fantasía,
la rosa remprana
sus hojas abría.
¿Me quieres? Te quiero.
Al “lao” de la cama
cantaba un jilguero
una tierna nana.
Sueño placentero,
linda melodía,
¡por poco me muero!
de nuevo dormía.
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de noviembre de 2013 a las 05:18
- Comentario del autor sobre el poema: Mísmo título de un poema de Raul Nicolas Antonio Larsen, otro incansable aprendiz, incólume al desaliento, en el que este humilde escribidor se ha inspirado.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 190
- Usuarios favoritos de este poema: , El Hombre de la Rosa
Comentarios4
Los hexasílabos le dan una musicalidad especial al poema, pero la rima en los versos pares se lleva el premio. ¡Muy bello!
Un placer leerlo, caballero.
🙂
Un poema muy rítmico, excelente prosa. Me gusto leerlo
Un saludo
Gratificante la lectura de tu genial poema estimado poeta y amigo Donaciano
Saludos de afecto y amistad
Críspulo el de la Rosa
¡Qué lindo!, La simple alegría de un día más de vida..
Felicidades, amigo.
R_D
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