Después, así dijiste ¿y qué, acaso serán los días aciagos, los que por ti cumplirán dejándote exento de un pasado? fuiste y sigues siendo; escucha y corresponde a mi culto.
Gozas del derecho impura y caprichosa, enfrentas por antojo hoy tu culpa. Miéntete, sí, al fin hoy fracaso eres, pues tarda llamaste a mi sincera puerta. Al entrar abandono e ignominia te reciben, del cadáver que a golpe de insolencias en la vida te ganaste, carroñeras y sin pena darán cuenta ...Dura lección; tan suave que en esencia es un capricho y tan lejos que lleva cuando nos ciega.
Piedad en abundancia mis manos te ofrcieron , silencio tuvieron las tuyas y nunca se tiendieron, hoy las veo impotentes, clavándose las uñas enmudecidas por tu arrogancia vilesca; calla, ya no sufras ...calla, silencia tu alma y deja que esa mala sombra de tormento diario abandone tu cuerpo que ya no da más. Renuncia, hoy perdiste.
- Autor: Emilio García (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de noviembre de 2013 a las 17:49
- Categoría: Perdón
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Gratificante la lectura de tu hermosa prosa amigo Emilio García
Saludos de afecto y de amistad...
Yo también escribo versos...
Críspulo el Hombre de la Rosa...
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