Silencio, ronca la piedra
encajonada del Maipo,
solitario, pies al río.
Canta el viento
para si las hojas
que traen partituras
de ángeles dormidos
Se deleitan las nubes
al renacer de los castaños.
Se alegra el sol
al enamorarse de sus ojos.
Duerme, principe duerme,
mientras todo sigue marchando,
menos tus palabras
que guardo y guardo.
Sube el río
como suben las manzanas hacia el árbol,
todo tan natural
como la tristeza del payaso.
Silencio,
ronca la piedra
encajonada del Maipo,
solitario, pies al río.
- Autor: JosseMaría (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de diciembre de 2009 a las 00:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 97
Comentarios6
Una maravillita de poema. Como todos los publicados.
me encantan. Me emocionan.
un beso enorme
Wow
que hermoso!!
Duerme, principe duerme,
mientras todo sigue marchando,
menos tus palabras
que guardo y guardo.
=) un 10!
"todo tan natural
como la tristeza del payaso."
Me has hecho pensar con estos dos versos... Es verdad, en la cara del payaso se percibe la tristeza.
Muy bonito el poema.
Petonets,
Libra *M*
pero que maravilla
tan natural como tus versos
saludos
Que bello poema, que arte en tus versos, felicitaciones, te envio un abrazo.
me encanta el ordenamiento que das a tus ideas, felicitaciones
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