La despedida del marinero

La tarde caía frente a sus  ojos

Seria la despedida más triste de su vida.

Mientras se dirigían  al puerto

El no quería soltar su mano,

Ni dejar de ver sus ojos.

Deseaba atesorar eternamente el recuerdo

De la mujer que amaba.

Ella no musito palabra alguna durante el trayecto,

No encontraba palabras

Y sentía un nudo en su garganta.

El en silencio mientras la miraba

Recordaba todas las mañanas

Que con café pasaba junto a ella

Sabía que ahora haría parte del mar

Y que las probabilidades de volver

Eran una en un millón

Al llegar al puerto y cuando las maletas estuvieron abordo

No quería soltarle, y no sabia que decir

Pues sabia que lo que dijese seria mentiras:

-No te diré que volveré pronto,

No hare ilusiones absurdas a tu pobre corazón.

Ella bajo la cabeza ,hubo un breve silencio

Y entonces el continuo :

-Pero quiero que sepas que te amo

Te he amado desde el principio

Y así será hasta el final,

Te pensare cada día y te soñare cada noche,

En mis ojos guardare tus sonrisas traviesas

Y tu cabello  que brilla como el oro.

No habrá otra en mi vida como tu,

Simplemente no habrá ninguna otra

Por que eres tú y solo tú.

Mientras el decía esto

Ella con la cabeza baja sollozaba

Sabía que no le volvería a ver

Sabía que esa era la despedida

Una lagrima bajo por su mejilla

Cesando en la comisura de su boca

Que sonreía lánguidamente

Alzo su rostro y mirándole a los ojos dijo al fin

-Los mares serán tu cobijo en la noche

Y al igual que esta lagrima

Salada será mi angustia,

Mira cada noche las estrellas

Que ellas llevaran a ti todo mi amor

Rezaré por ti para que regreses

Sano y salvo de vuelta a mis brazos un día….

Musito un segundo y luego le pregunto entre llantos:

Pero ¿y si eso no sucede?

¿Que será de mi sin ti cada mañana,

A quien regalare mis besos y caricias]?

Soy tuya , solo tuya y de nadie mas.

No me hayo en los brazos de otro hombre

Porque jamás me sentiría feliz si no es a tu lado

Y regreses o no seré tuya por siempre.

 Se miraron entonces a los ojos

Ambos sentían el mismo trágico dolor

Los marineros  se embarcan

Y un día se acuestan con el lecho del mar

Para no despertar nunca más .

El entonces le abrazo intensamente

Como si dejase su alma en ese abrazo

 Y fue entonces cuando dijo ella desde el alma :

-Quiero que Tus labios sean  los últimos que rocen mi boca .

¡Regálame un último beso que me dure hasta la muerte!